Fundación Arruzafa rememora su primera expedición, el inicio de la cooperación internacional

Enero de 2006. Destino: Tanzania, la primera expedición de cooperación internacional con la que la Fundación Arruzafa daba inicio a su labor de asistencia oftalmológica. Además de ofrecer formación básica de salud ocular a médicos del Hospital Askofu Hhando de la misión católica en el valle de Mangola


Fundación Arruzafa realiza su primera expedición a Tanzania en enero de 2006, donde se traslada a un equipo de cooperantes del Hospital Arruzafa integrado por Juan Manuel Laborda (Oftalmólogo), Carmen Prados (enfermera), Matilde Sánchez (optometrista), y Amalia Sáez (subdirectora Hospital Arruzafa).

La primera misión se lleva a cabo con la colaboración de la Fundación Urafiki, con el propósito de conocer las necesidades de la población y atender periódicamente los problemas oftalmológicos de oriundos indígenas de la República Unida de Tanzania. Asimismo, se proyecta dar formación básica sanitaria oftamológica a médicos del Hospital Askofu Hhando, de la misión católica, en el valle de Mangola.  

Este primer proyecto expedicionario requería de la instalación de una consulta de oftalmología, que pudo completarse gracias a la recopilación de donaciones en las que participó Fundación Arruzafa, haciendo acopio de un importante envío de material que pudo ser trasladado. 

En total, el equipo de cooperantes revisó 708 pacientes (369 adultos y 339 niños) en consulta,  se entregaron 275 gafas por defectos refractivos sencillos, fundamentalmente presbicia. A posteriori, 19 personas recibieron desde España gafas graduadas dada las afecciones de tipo refractivo que presentaban. Del total de pacientes, se llevaron a cabo 64 intervenciones quirúrgicas (la mayoría de cataratas).  
En esta primera expedición, el equipo sanitario se encontró a muchos pacientes con cataratas "maduras" con muy pobre visión y de solución quirúrgica sencilla. En el registro de observaciones recogido por el coordinador de la expedición, se detectó "demasiada incidencia" de ojos ciegos por traumatismos perforantes, leucomas corneales y cataratas traumáticas "por los mismos motivos". No obstante, destacó "la baja incidencia de infecciones oculares" a pesar de las costumbres de higiene y que, "sorprendentemente", se detectó un caso de tracoma cicatricial. 

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