Madagascar IV, estreno de la clínica oftalmológica Arruzafa en Tsiroanomandidy gracias a la labor misionera de la Orden Trinitaria
En este cuarto proyecto en la ciudad de Tsiroanomandidy (Madagascar), la FA pudo inaugurar unas nuevas instalaciones sanitarias donde se incluían consultas y quirófano en el mismo recinto lo que permitía operar a los pacientes el día que llegaban para ser atendidos, si así lo precisaban los doctores
Esta cuarta expedición a Tsiroanomandidy (Madagascar) no pudo empezar mejor. Gracias a la labor humanitaria y misionera de la familia trinitaria en esta localidad, la Fundación Arruzafa pudo inaugurar una nueva clínica "La Arruzafa". Pendientes de completar mobiliario clínico, el recién estrenado espacio contaba con consultas y quirófano en el mismo recinto lo que permitía operar a los pacientes el día que acudían a recibir atención. Asimismo, el edificio incluía dos salas de optometría, reanimación, almacén, esterilización y farmacia, además de las dependencias propias de los establecimientos de estas características: recepción, sala de espera, vestuarios, baños y sala de estar para el personal laboral.
Para la ocasión, participó un equipo compuesto por los oftalmólogos del Hospital Arruzafa, Juan Manuel Laborda, Antonio Hidalgo y Juan Manuel Cubero, acompañados de un anestesista, dos optometristas, dos enfermeras y una auxiliar que viajaron desde el 4 al 15 de abril de 2013.
Entre las previsiones, FA estaba cumpliendo con los objetivos asistiendo a pacientes llegados desde pueblos muy lejanos. De esta forma, se atendieron a 1.453 pacientes, 1.326 nuevos y 127 revisiones. En cuanto a cirugías, se realizaron 63 intervenciones, la mayoría de cataratas. Destacar la implicación de los colaboradores locales que siempre quieren lo mejor para su pueblo. Desde el jefe de la misión, el padre Víctor; el trinitario zamorano Julián Cárdenas; sor Pascalina y sor Margarita hasta los intérpretes que facilitan la difícil comunicación con los pacientes que hablan un idioma imposible como es el malgache.
Ese año, por primera vez, se cobró la consulta (las gafas ya lo hicieron en la expedición anterior) a todo aquel que tuviera posibilidades a razón de 1.000 ariary o 27,64 céntimos de euro. Con el fin de dar valor al trabajo realizado y al material entregado y evitar que personas sanas y curiosas accedieran a la asistencia dejando fuera a otras que realmente lo necesitaban.
Todo lo recaudado (1.390.000 ariary) fue donado a Tranofitiavana (Casa de Amor), un centro de ancianos enfermos y/o abandonados que se encontraba dentro de la misión trinitaria y que tenían necesidades básicas. Además, de becar a diez niños del colegio que no contaban con recursos económicos.
ANÉCDOTAS
En esta época se sucedían fenómenos ambientales, entre ellos, lluvias torrenciales, nubes negras y truenos que podían causar la muerte. No fue el caso de una niña de diez años a la que le atravesó un rayo desde el párpado superior hasta el hombro opuesto provocándole cicatrices de entrada y salida y catarata blanca. El equipo de cooperantes de FA pudo intervenirla satisfactoriamente.
Por su parte, un hombre de mediana edad se acercó a la consulta con unas gafas muy deterioradas. Con lentes esmeriladas y oscurecidas del tiempo y uso, montura dilatada y deformada atadas con unas gomas, pudo recibir unas nuevas lentes provisionales a la espera de recibir las suyas desde España con su graduación exacta. Esto le permitiría mejorar de un diez a un 70 por ciento de visión.
La entrega de gafas fue masiva: 656 gafas de cerca, 310 de sol y 46 de graduación especial donadas por Soloptical.
BALANCE
Desde el primer viaje a Tsiroanomandidy hasta este, ha habido una gran evolución en consulta (FA comenzó con 530 pacientes atendidos a más de 1.000 en esta ocasión) y en intervenciones quirúrgicas superando las 60. Una labor que la FA no cesa en su afán por acercar la sanidad de calidad a los más necesitados.